Columna de opinión con la percepción de un caminante de la ciudad madre buscando generar reflexión a través de un resumen de lo que sucedió en las previas electorales, durante el día de votación y luego de la jornada.

Previo a los comicios

Esta contienda electoral, empezó a calentar motores desde hace pocos meses atrás a partir de la masificación publicitaria con la ya acostumbrada contaminación visual y saturación de avisos por todos los municipios del país.

Luego, los anunciados debates a través de redes transmitidos en vivo con el propósito de conocer los candidatos, exponer sus propuestas y responder preguntas de manera espontánea y de cara a la opinión pública. No obstante, fueron debates flojos poco interesantes, parecía más un club de amigos con las mismas ideas y apoyándose las iniciativas unos con otros. Ese cambio, renovación, transformación y todo esto que se lee en sus publicidades no se notó realmente en sus argumentos.

Sin pretender que los debates tengan tintes violentos o de irrespeto, sí se perdió la oportunidad para hacer preguntas y debatir sobre actuaciones irregulares de algunos alcaldes anteriores donde algunos candidatos los representan de manera clara y abierta; incluso dar cuenta de situaciones lamentables con imputaciones, condenas y comportamientos contrarios a la decencia y la honradez, con enriquecimientos espontáneos y programas de gobierno incumplidos. “Cuando se anda en medio de la paja, es mejor no prender un fósforo”. Quizás por esta razón, se “tiraron pasito entre todos”.

En medio de la jornada electoral.

Aun así “entre amigos”, se presentaron prácticas que poco tienen que ver con la decencia, es lamentable que las noticias falsas, los chismes, las cadenas de WhatsApp y acusaciones sin fundamentos tengan eco sobre la población, que aún desde las mismas campañas, lancen comentarios de situaciones inexistentes, incluso con personajes públicos que nada tenían que ver con la actividad política local, proyectando odio para que la gente salga irritada a votar. Y vaya que ha funcionado esta vieja pero efectiva estrategia.

En las calles, se notaba más gente en las barras que electores, lo que lleva a hacer la pregunta: si existen leyes para no hacer proselitismo ni campaña pública en medio de la jornada electoral, ¿por qué aquellos que pretenden elegirse para representar la ley y el orden, buscan maneras de hacer trampa sin que sea ilegal?; no sé exactamente cuál es el objetivo de la estrategia de estas barras (dicen que para mostrar su poderío y generar pasión), pero es un indicador claro de que había tantas maquinarias como colores de uniformes.

Lo que se vio al caminar por el pueblo este domingo de “democracia”, fue un número importante de jóvenes en la calle, pero principalmente en las barras; esto lleva a reflexionar de que es una situación que respalda las cifras de los altos indicadores de desempleo juvenil en el municipio y que la informalidad es la alternativa de muchos para salir adelante. Esperemos que no se use el desempleo como estrategia electoral, pues si hay buenas condiciones laborales, no habría tanta juventud trabajando para las campañas, ilusionados con un mejor trabajo.

Lo más viral en medios digitales, incluso lo más emocionante juzgando por la cantidad de reacciones, comentarios y al ser la publicación más compartida, fue una pelea a golpes representando la intolerancia que nos domina como ciudadanos, donde la diferencia es origen de insultos e improperios hasta llegar a la agresión física al otro. Sin duda fue una imagen negativa para Santa Fe de Antioquia frente al resto del país.

Al final del día.

Sin asegurar que era el mejor candidato, el aspirante que sobresalió publicando claramente sus propuestas, que tenía un plan de gobernanza más organizado, que en sus discursos y antecedentes fue una persona clara y aparentemente desligada a administraciones pasadas, queda de ultimo con votación muy baja; esto da a entender, que pocos se enfocan en propuestas apegándose a lo que ya venía desde años atrás, con emociones y tradicionalismo. La administración pública no es un asunto de pasiones o de colores, se trata de escoger la mejor propuesta común.

El pueblo votó, ganó un candidato decente, todos esperamos mucho del alcalde electo Yamid, que gerencie como debe ser, que su comportamiento como primer mandatario esté a la altura; con el deseo necesario en que la administración que se acerca, esté llena de éxitos, enfocados en la comunidad, la economía del pueblo, la unidad, la paz, el desarrollo y el buen vivir para todos.